martes, 9 de diciembre de 2014

Quinta Semana


¿Que son los primeros auxilios?

Los primeros auxilios son el nombre que, en general, reciben las técnicas, cuidados y procedimientos de carácter incondicional, adecuados y temporales, de personal profesional o de personas capacitadas o con conocimiento técnico, que se le aplican a una persona víctima de un accidente o enfermedad repentina, en el lugar de los acontecimientos y antes de ser trasladados a un centro asistencial.

Su carácter inmediatamente radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta víctima recibirá en una situación de emergencia. Limitado porque de todas las técnicas, procedimientos y concepciones son reemplazados en el centro de atención donde continuará la ayuda al necesitado, en estos casos un centro hospitalario. Ante cualquier eventualidad, emergencias y/o desastres; los primeros auxilios son limitados a los conocimientos de la persona que lo aplica de acuerdo a sus conocimientos, por esto el socorrista nunca debe pretender reemplazar al personal médico, pueden ser de primera instancia o de segunda instancia.

Primeros auxilios, aprendizaje vital
 
Cuando ocurre un accidente o una tragedia ante nuestros ojos, hay unos segundos de tensión en los que no sabemos cómo reaccionar. El tiempo que pasa entre que desciframos lo que ocurre y tomamos una decisión, es de vida o muerte, y a menos que alguien en la escena sepa cómo actuar y tome el control, generalmente entramos en pánico.
 
Aprender primeros auxilios no es algo del otro mundo, unas cuantas horas invertidas en la preparación bien valen al momento de salvar una vida. Implica una responsabilidad con la comunidad, sin duda, pero nos trae la satisfacción y la tranquilidad de saber cómo reaccionar para que una emergencia no se convierta en tragedia. En los lugares de trabajo es necesario contar con un curso básico, sobre todo en lo que corresponde a lesiones y áreas de riesgo potencial. Curiosamente, en las empresas donde se han dado primeros auxilios, los empleados se vuelven más conscientes, solidarios y precavidos, de manera que se genera un ambiente de seguridad laboral. Eso sin mencionar que los patrones que invierten en cursos y sistemas de prevención de accidentes, a la larga se ahorran mucho dinero en indemnizaciones.
 
En los desastres naturales es cuando más vulnerables nos encontramos. Suena un poco rudo, pero la historia ha mostrado que si la gente sabe cómo reaccionar en dichas situaciones, tiene mayores probabilidades de sobrevivir y ayudar a otros. En cualquier lugar podemos toparnos con alguna situación de emergencia. Si sabemos cómo reaccionar, seremos capaces de prestar ayuda eficiente, pues de nada sirve abanicar a un desmayado o esperar que reaccione con un algodoncito con alcohol, cuando lo que tiene es un shock anafiláctico.

Secuencia de atención

Por ejemplo, al encontrar a una persona inconsciente y con sospecha de haber recibido una descarga eléctrica o electrocución. La persona que va a atender debe estar segura que no será otra víctima. Si es seguro, brindará la atención. De otro modo, debe llamar al personal especializado en ayuda, sin exponerse ella misma.

1. Evaluación inicial del paciente.

2. Valoración de la consciencia:

Se preguntará a la víctima cómo está, cómo se encuentra. Si contesta, es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso. En caso que no conteste, pellizcar levemente en los hombros; si reacciona, seguir la conducta anterior; en caso de muerte, llamar a los servicios de emergencias cuanto antes.

Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no

Alerta. Está despierto, habla.
Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos ¡¿Cómo esta?!
Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.
Inconsciente. No responde.

2. Valoración neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta motora


  • Tiene los ojos abiertos.

a) Nunca. 1
b) Solo al estímulo doloroso. 2
c) Con estímulo verbal. 3
d) De manera espontánea. 4

  • Respuesta verbal.

a) Sin respuesta. 1
b) No comprensible. 2
c) Incoherencia. 3
d) Habla desorientado. 4
e) Habla orientado. 5

  • Respuesta motora.

a) Sin respuesta. 1
b) Extensión ante el estímulo. 2
c) Flexión anormal. 3
d) Retira ante estímulos dolorosos. 4
e) Localiza el estímulo doloroso. 5
f) Obedece las órdenes. 6

Valoración de la escala

15 puntos............paciente en estado normal.
15-14 puntos.........traumatismo generalizado.
13-9 puntos..........politraumatismo.
inferior a 9 puntos.....traumatismo cráneo-encefálico grave.

3. Valoración de la respiración.

Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e intentaremos sentir el aliento a la vez que dirigimos la mirada al tórax (si respira se moverá). Es importante destacar que en caso de que exista respiración, hará falta explorar el pulso ya que puede o no tenerlo.

Ver: Miramos el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira.
Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.
Sentir: Con los dedos índice y medio sentimos el pulso carotídeo (a un lado de la tráquea) de la víctima.
Activar el sistema médico de emergencias o urgencias.

3. Solicitar ayuda a personal de la emergencia.

Números de teléfono de emergencias: ambulancias, bomberos, policía, tránsito y otros servicios en caso de emergencia.

4. Valoración del pulso.

Existen múltiples lugares donde buscarlo, se divide en dos grupos:

Pulso central: Las arterias carótidas, situadas a ambos lados de la nuez de Adan en una pequeña depresión, en la garganta; para sentirlo presionar levemente con los dedos índice y mayor, nunca con el pulgar (sentiríamos nuestro propio pulso). Las arterias femorales, situadas en la región inguinal, en la raíz del muslo. Sentiremos el pulso en nuestros dedos.

Pulso periférico: Otros lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales, en la cara externa de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y pérdida del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a las extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso.

En caso de no encontrar pulso, iniciar el masaje cardiaco, es decir la reanimación cardiopulmonar RCP.

Según las nuevas pautas de ERC (European Resuscitation Council) que se publicaron en 2010 el pulso no es un criterio para decidir sobre empezar la reanimación cardiopulmonar.En lugar de eso, la respiración es más importante porque es más fácil verificar si una persona respira.1 . Ademáa dicen estas Guías que los reanimadores entrenados deberían también proporcionar ventilaciones con una relación compresiones-ventilaciones (CV) de 30:2. Para los reanimadores no entrenados, se fomenta la RCP con sólo compresiones torácicas guiada por teléfono.


Quemaduras
Son un tipo específico de lesión de los tejidos blandos producidas por agentes físicos, químicos, eléctricos o radiaciones.

Nemotecnia
En aquellos casos de emergencia, conviene tener presentes ciertas reglas de Nemotecnia|nemotécnicas]] que permitan recordar fácilmente el orden de actuación. Un ejemplo de regla nemotécnica puede ser la siguiente - PAS:

Proteger (P): Protege a la víctima y al resto de personas (tú incluido) del foco que origina el daño.
Avisar (A): Pide ayuda (número de teléfono vea la sección anterior)
Socorrer (S): Pon en práctica las medidas de auxilio imprescindibles para mantener con vida a la víctima. Deja el resto de acciones a los profesionales.
Todo hogar, escuela, lugar público, centro de trabajo y automóvil debe contar con un botiquín que contenga lo necesario para salvar una vida y evitar complicaciones provocadas por un accidente.

Un botiquín debe contener material de curación y medicamentos que no tengan riesgo para las personas, sin embargo siempre debe preguntarse antes de administrarlos sobre una posible alergia o reacción negativa ante cualquier medicina o sustancia.

Es importante que el botiquín no esté al alcance de los niños, se conserve en un lugar fresco y seco y que se revise periódicamente la fecha de caducidad de los medicamentos para sustituirlos en caso necesario.

Para atender una emergencia, el botiquín debe incluir:

Directorio de un médico cercano, Cruz Roja, ambulancias y servicios de salud.
Merthiolate.
Tela adhesiva o micropore.
Vaselina blanca.
Gasas esterilizadas.
Vendas limpias de al menos 3 tamaños.
Tijeras limpias, no oxidadas.
Termómetro.
Curitas (tiritas).
Loción de calamina.
Jabón neutro.
Lámpara de pilas y pilas nuevas.
mínimo dos pares de guantes de latex o guantes estériles.
Isodine o Betadine (espuma y solución).
Bolsas de plástico.
Mascarilla para insuflación
En caso de no contar con un botiquín cuando se presente una emergencia, se pueden utilizar reglas o lápices, medias, corbatas, sábanas o pañuelos limpios.


Lo más importante es preservar la vida del paciente.

Cómo actuar en caso de emergencia

Cualesquiera que sean las lesiones, son aplicables una serie de normas generales. Siempre hay que evitar el pánico y la precipitación. A no ser que la colocación de la víctima lo exponga a lesiones adicionales, deben evitarse los cambios de posición hasta que se determine la naturaleza del proceso. Un socorrista entrenado ha de examinar al accidentado para valorar las heridas, quemaduras y fracturas. Se debe tranquilizar a la víctima explicándole que ya ha sido solicitada ayuda médica. La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria. En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad. Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones. Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos en el paciente inconsciente. La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración aceptable: conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos extraños —sólidos o líquidos— y retirando la lengua caída hacia atrás. Si el paciente no respira por sí sólo habrá que ventilarlo desde el exterior mediante respiración boca a boca hasta disponer de un dispositivo mecánico.

El segundo aspecto a corregir es el referente al sistema circulatorio, para evitar el shock. Se deben valorar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: permite valorar la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una adecuada tensión arterial. El shock o choque es un trastorno hemodinámico agudo caracterizado por una perfusión inadecuada, general y duradera, de los tejidos que pone en peligro la vida. Los signos característicos son la piel fría y húmeda, los labios cianóticos (azulados), la taquicardia y la hipotensión arterial (pulso débil y rápido), la respiración superficial y las náuseas. Estos síntomas no son inmediatos; el shock puede desarrollarse varias horas después del accidente. Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo antes posible la perfusión de líquidos y electrolitos por vía intravenosa. Está prohibido administrar fármacos estimulantes y alcohol.


Las urgencias que requieren primeros auxilios con más frecuencia son los accidentes en los que se produce asfixia, paro cardíaco e infarto cardiaco, sangrado grave, envenenamiento, quemaduras, golpe de calor e insolación, desvanecimiento, coma, esguinces, fracturas y mordeduras de animales.

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